Es posible que en algún momento te hayas planteado la necesidad o no del uso de material auxiliar en el entrenamiento de natación para el triatleta. Has leído mucho sobre ello, por un lado, a los entrenadores románticos del agua que opinan que no es necesario, a los gurúes del triatlón que dicen lo mismo, a otros entrenadores de triatletas que opinan de su gran utilidad y sobre todo a decenas de marcas que no sólo te lo ofrecen, sino que te confunden aún más al intentar ofrecerte varios productos diferentes con formas distintas para un mismo uso.
No te voy a describir el material, no te voy a comparar unos con otros. Como entrenador de triatlón desde hace casi 20 años, te voy a resumir el proceso de aprendizaje y/o resset en la técnica de mis triatletas para que mejoren su estilo de crol y veremos si es útil el material y por tanto cuál es que se va a usar en cada momento.
HOMBRE BALA
Cuando comienzo el trabajo de perfeccionar la técnica con un triatleta, lo primero que busco es una buena posición horizontal en el agua, una posición estable, equilibrada e hidrodinámica. Para ello planteo un par tareas como es el “hombre bala” (tanto supino, prono o a 45 grados) y el superman a un brazo. Para estas tareas es importante una buena patada de crol pues la única propulsión que vamos a tener ya que los brazos irán pegados al cuerpo. Si el triatleta no tiene buena patada debido a tobillos rígidos o mala mecánica del movimiento será necesario el uso de aletas (en ocasiones largas y en otras cortas) para proporcionar el auxilio a esa deficiente patada de crol. Por tanto, ya tenemos la primera herramienta a usar, las aletas.
En estas tareas la dinámica de respiración consiste en girar el cuerpo para ofrecer la cara al techo y respirar (ya estamos trabajando la dinámica del rolido), esto en un principio puede ocasionar tensión y cierta ansiedad por lo que se puede combinar ciertas repeticiones con la famosa tuba. Herramienta que nos permitirá no sólo llevar un ritmo respiratorio y conseguir relajación (algo básico en la natación, la relajación) sino que irá adelantando el trabajo de concienciación respiratoria e inhibir los reflejos de defensa automáticos del cuerpo ante el sentimiento de agua en la cara.
Llegados aquí ya tenemos dos herramientas auxiliares, las aletas y la tuba. Las cuales hay que dosificar sin abusar y nos servirán para las tareas de posición y la siguiente tarea a introducir, que es el trabajo de rolido ( con el ejercicio de cambios de peso) y la tarea de “desenfundar y enfundar”) que permite aprender a armar el brazo en el recobro acuático para luego llegar a la última tarea de lo que yo considero la fase I del aprendizaje, que es el lanzamiento del brazo y cambio ( consistente en realizar el rolido para enviar el brazo de recobro al punto de inicio de agarre, cambiar el peso del cuerpo y a la vez realizar la fase acuática del brazo contrario)
Tras conseguir llevar mejor postura, armar el brazo y realizar un cambio de brazada, ahora viene el agarrar bien el agua. Para ello tenemos ejercicios de sensibilidad y de agarre como son las remadas y los ejercicios de perrito y socorrista. No es el momento de explicar todas estas tareas, pero para ellas el material que nos proporciona ayuda es el pull-buoy y la tabla como podéis ver en las fotos.

Así que ya tenemos los cuatro básicos:
- Aletas; nos proporcionan propulsión en un inicio para poder llevar a cabo ciertas tareas de aprendizaje. De manera que, al asistirnos y no sufrir las consecuencias de los efectos de sobrevivir en el agua, podemos centrarnos en las tareas objetivo.
- Tuba, nos centra en las tareas, evita que elevemos la cabeza buscando sobrevivir y nos introduce en el fascinante mundo de la oxigenación y la tolerancia a CO2 de la natación.
- Pull-buoy; herramienta milagrosa para el triatleta que ayuda a que la mayor masa que suele tener en piernas no sea un lastre. Empleado tanto para la técnica de remadas como para hacer metros una vez ya eres mejor nadador y se pasa a esas fases de trabajo fisiológico.
- Tabla; herramienta controvertida pero que para dos de las tareas que expongo es necesaria. Digo controvertida porque muchos entrenadores hablan de no usarla y de la no utilidad de la patada de crol en posición ventral pero que en todos lados ves que se practica y se introduce en las rutinas de entrenamiento.
Os preguntaréis por las palas, pero para mí hay que trabajar todo esto antes para llegar al punto de trabajar la coordinación de la respiración que podréis ver en otro artículo y posteriormente introducir palas.
Las palas, cuando las introduzco, las introduzco utilizando sólo la goma del dedo corazón y anular (sin meter la muñeca), de manera que me sirven de trabajo de técnica antes que la fuerza. Si la mano no se orienta bien en el agua, la pala se moverá y se descolocará. Si la presión del agua es correcta en la pala, esta siempre se mantendrá pegada a la palma de la mano. Una vez hayas conseguido esto, podrás nadar con palas de cara al trabajo de fuerza.
Existe más materiaL, como las “antipalas”, los bañadores de resistencia, las gomas de nado resistido o asistido, palas y tablas de formas psicodélicas que ofrecen calidades de trabajo no contrastadas, etc. Pero lo expuesto es lo básico con lo que trabajo y según los períodos de aprendizaje o de evolución de la temporada.
Usa el material de manera inteligente y no abuses de él en búsqueda de excesivas facilidades.
Buen entrenamiento a todos