Si nos fijamos en el triatlon, entramos en los inicios competitivos de este año para muchos. Nos encontramos en un período delicado, ese que solemos llamar como período específico que no es más que aquel en el que el volumen deja protagonismo a la intensidad y en el que aparecen la mayoría de las competiciones secundarias de gran importancia ( medias maratones, carreras de 10k, primeros duatlons y el paso a los primeros triatlones)
La delicadeza de este período, en lo que se refiere a las competiciones secundarias, está en ellas mismas. Tenemos que recordar que son secundarias y son un medio para llegar “fino” a nuestro objetivo principal.
En ocasiones nos presionamos y les damos más importancia de lo que tienen, variando nuestra preparación por el hecho de conseguir realizar un buen papel en ellas, por culpa del dichoso ¿qué dirán? o ¿qué puedo decir? o ¿Cómo me estarán viendo?, etc
En ese momento hemos caído en otro juego, un juego que nos crea tensión, que nos lleva a hacer lo que no queríamos hacer, que genera estrés y puede llegar a crear frustración y a una fatiga que no nos permita seguir con el programa de entrenamientos, afectando finalmente a la competición objetivo.
En esta situación, el enfoque de la competición secundaria se sale de lo planificado, ya no es tu competición y se convierte en algo para los demás y no para uno mismo y tus objetivos.
Aprende a identificar y preguntarte claramente qué quieres con esas competiciones, por qué las haces y asume que son para un fin último que tienes en mente y no para el fin inmediato de cara al qué dirán. Cuando consigas esto, llegarás a la diminuir las tensiones y presiones propias de estos momentos, y llegarás a disfrutar y enriquecerte positívamente con lo que haces y con tus objetivos.
Espero que disfrutéis de vuestras competiciones.