Parece increíble pero ya han pasado algo más de 5 años desde que puse en marcha esta página para dar a compartir los pocos conocimientos que pueda tener como entrenador, las actividades realizadas como deportista amateur y aportar un granito de ayuda en el conocimiento del mundo del deporte para todos. En todo este tiempo siempre he estado muy activo y la página ha tenido épocas de estarlo más o menos dependiendo de eso mismo, de mi grado de ocupación y de las prioridades que haya tenido que dar en esos momentos a planes, proyectos, acciones, personas, obligaciones, etc
A lo que quería llegar es que no siempre hay tiempo para todo e incluso no siempre es bien dedicado y aprovechado el tiempo. Esto lleva a cierta frustración sobre todo a los amantes del deporte que no consiguen tiempo para entrenar. Como indicamos en otras ocasiones tomate un ratito para planificar el día y ordenarlo de antemano. Durante unos días podrías llevar encima una libreta en la que anotes tus actividades cada 20-30’ y verás las sorpresas que te llevas al final de la semana cuando analices las fuentes de pérdida de tiempo (distractores externos, actividades”basura”, impuntualidad, «sumideros de energía»,etc.) Una vez las localices intenta trabajar sobre ellas y rascar tiempo para el entrenamiento.
Ya vas sacando tiempo pero no encuentras el empujoncito para salir a entrenar. Tienes que vencer a Doña Pereza y muchos buscan esa victoria, ese empujoncito, en un compañero de entrenamiento, en un entrenador, en un grupo ya sea guiado o no. Somos seres sociales y por eso mismo nos gusta relacionarnos, por lo que el uso de esta herramienta es un buen punto de motivación para ponernos a entrenar. Toda mi vida ha sido dedicada a la actividad física y en los últimos 15 años de triatlon y grupos de corredores he visto cómo crecían estas actividades deportivas que se suponen individuales y que paradójicamente, se han convertido en actividades de alto componente social. Siendo, el fuerte de las mismas, el entrenamiento en grupo. Y es que debemos recordar que somos seres humanos y como tales, tenemos unas necesidades entre las que se encuentran, las sociales.
¡Ojo!, ese compañero o compañeros deben ser de ayuda. Evita aquellos compañeros que lo único que buscan es humillaros cada vez que salimos o que constantemente con sus comentarios nos muestran nuestra inferioridad. No tengas compañeros que te invadan con comentarios poco agraciados sobre vestimenta, material que usas, tu morfología, tu técnica…. Un compañero no puede valorarte por tus marcas ni por tu material. Si quieren decirte algo o hacer algo por ti, que sea algo positivo, motivante, que te aporte recursos para mejorar, que cuando te falte ese puntito de fuerza mental para soportar unos minutos más de esfuerzo estén ahí ayudándote a superarlos y sobre todo que podáis disfrutar y compartir todas estas experiencias.
Yo por suerte tengo buenos compañeros de entrenamiento (Carlos, Marcos, Pedro, Tiko, Charro, kalameros del club Kalamos, Isa (compañera en todas las fatigas) y todos aquellos que de forma puntual se unen a quedadas o pequeños talleres. Todos me ayudan a divertirme con el entrenamiento por mal que lo pase. Me enseñan a que en el momento en el que yo soy compañero de alguien, le debo aportar ese poquito de ayuda que le hace falta para disfrutar de su sesión.
Mi suerte no acaba ahí, en estos algo más de 5 años de “acostadeentrenar” han aparecido nuevos compañeros como mis alumnos «on line» o grupos completos con los que se pasan buenos ratos de trabajo como los runners y nadadores de diferentes grupos que llevo. Todos, incluso las tan usadas redes sociales hacen que tu práctica deportiva, tus logros y experiencias también sean de ellos y que formen parte de tu deporte como si de un equipo se tratase.
Por muy individual que sea un deporte y una competición, por muchos entrenamientos que tengas que hacer en solitario siempre se encuentra un equipo detrás de lo que haces, un equipo que te apoya e incluso te hace ver cuando tu tienes la visión nublada. Desde el entrenador, fisioterapeuta, amigos, familia, seguidores, hasta compañeros de entrenamiento forman un equipo, un grupo que comparte nuestro deporte a su medida porque… ¿qué vas a hacer si una madre no te apoya en tu locura? o si… ¡AY! ¡ISA, ISA! No me aguantase en las horas de deporte y sufrimiento.
Agradezco desde aquí a todos mis compañeros de entrenamiento y competición el poder pasar esos momentos con ellos y disfrutarlos al máximo por cortos que sean en ocasiones e invito a todos a que compartáis lo mismo (quizá con nosotros, quién sabe) junto a este punto de inflexión o de madurez en “acostadeentrenar” porque…
“el deporte, aunque no lo parezca, siempre es de equipo y siempre tiene un componente social.”