Entramos en período de competiciones y las preguntas que más escucho estos días son; qué entreno, qué cambio, qué modifico, qué hago el día antes, qué…, qué…, qué…
El motivo de lo que comento hoy es una alguna de esas preguntas hechas por un par de seguidores de la redes.
Las variables son múltiples, los deportistas diferentes y cada uno, cada situación, un mundo. ¿Es la competición importante de año?¿ Es una competición secundaria? ¿Es de entrenamiento? Para la mayoría de ellos es un reto, es un momento en el que quieren probarse y disfrutar de ello.
Aunque digamos que no, todos las tenemos como momentos importantes y esto me lo ha demostrado la experiencia.
Esto se debe a que el ser humano es competitivo. Nos gusta ver que quedamos por delante, que llegamos a meta, que lo hacemos mejor que en ocasiones anteriores, etc. Esto va ligado a nuestra naturaleza. Cuando crecemos lo primero es competir con la superación del medio que nos rodea, posteriormente superar el medio ante los demás y finalmente a los demás en el medio y en múltiples ocasiones en compañía de otros.
Tomando una competición como algo de importancia para nosotros debemos cuidar, ante todo, el descanso para llegar descansados. No perderemos la forma por ello. Así que, aunque bajemos el volumen de trabajo, mantendremos intensidades ensayando ritmos de prueba y haremos tareas de activación tanto de la mente como del cuerpo. Incluso el último día podemos entrenar algo haciendo una simulación del calentamiento a modo de activarnos un poco o incluso deshacernos de tensiones por los nervios precompetitivos.
Como suelo decir, «recupera el corazón, calma el sistema nervioso pero no pierdas el movimiento»
En lo que se refiere a la alimentación unos votan por las dietas de supercompensación otros por sobrecompensar sin modificar la dieta pero sí el entrenamiento y otros van a algo mixto.
Si el día de la prueba o el día anterior quieres hacer modificaciones ya las deberías haber ensayado en otras semanas. No experimentes si le das bastante importancia a la prueba. Si la consideras de segundo orden y/o de entrenamiento puedes practicar novedades que más adelante quieras realizar.
Es recomendable que elimines el alcohol esa semana y la siguiente a la competición, que evites alimentos que generan gases en el aparato digestivo y exceso de fibra, que tu cosumo de agua sea adecuada ( no excesiva) y que la toma de carbohidratos no sea muy superior al resto de semanas pues el cuerpo no va asimilar más por meterle más. La toma de proteína es necesaria como siempre pero sí doy un toque de atención a aprender a introducir en tu dieta ( anteriormente a esta semana, claro) el consumo de alimentos con grasas saludables pues si tu deporte es de resistencia aeróbica es necesario tener un metabolismo de lípidos bien entrenado y proporcionarle buen combustible. Pero sobre todo, no caigas en el error de ponerte hasta arriba la noche anterior. Esto satura y desgasta a nivel digestivo, puede provocar trastornos del sueño, aumentar deshidratación nocturna y que el día de la competición tu cuerpo esté luchando entre el esfuerzo y limpiar todo lo que le metiste de más la noche anterior.
Algo de suma importancia para ir a cualquier evento es conocer dicho evento a parte de conocerse a sí mismo. Por un lado tenemos que saber la dureza de la prueba, las condiciones en las que se va a dar, su desarrollo en todos los sentidos, planteamiento de los ritmos (uniforme o en negativo) lo que voy a llevar y he probado como vestimenta, avituallamiento etc. Es decir, que debemos estudiar la competición y así ir preparándonos psicológicamente para ella y equilibrando nuestro estrés provocado por la incertidumbre que nos causa.
No se puede ir a una competición sin conocer sus detalles.
Parece que ya esta todo pero…no, ¿has preparado la mochila de viaje?, ¿has preparado la mochila de competición?, ¿tienes tu bici a punto? ( en el caso de ir a hacer un triatlon). Pues bien, resulta que todo esto no debe ser en la semana de competición, todo esto debería haberse hecho antes para que no aumenten las tensiones y el estrés en la semana de competición. En esa semana no son preparativos los que hacer principalmente, sino, cuidarse mucho es la prioridad.
Algunos, entonces, habréis pensado que lo mismo habría que haber hecho con el estudio de la competición y sus detalles. Sí pero no del todo. Sí en cuanto al grueso del evento, perfiles, distancias, etc. Pero en esta semana hay que estar atento a notificaciones de posibles cambios de última hora de la organización, posibles situaciones especiales como cambios climatológicos y del timing definitivo del evento.
A modo de resumen, debemos supercompensar, informarnos de la prueba, mantener movimiento, descansar, controlar la ansiedad y activarse ( ojo con hiperactivarse, cuidado) tanto física como psíquicamente. “Casi nada” ¡je!
Yo como entrenador en estos momentos y en la competición sólo me queda ser vuestro mayor “fan” y animaros a todos a que disfrutéis del esfuerzo y de lo que os gusta. Hacer deporte.