Si es conveniente el uso del cinturón de entrenamiento es algo que suele ser tema de conversación en cualquier entrenamiento de gimnasio. El cinturón produce un aumento de la presión intraabdominal que puede reducir las fuerzas de compresión a nivel de los discos intervertebrales en la columna y mejorar la seguridad en el levantamiento, evitando lesiones. Comento que pueden porque las investigaciones siempre tienen contradicciones entre ellas y hay para todo.
¿Es bueno o es malo? ¿Empeora la fuerza abdominal y lumbar?
Está demostrado por medio de estudios con electromiografía qué ejercicios tipo sentadilla, cargadas de potencia y pesos muertos estimulan la región media de manera considerable por lo que el uso del cinturón…¿ reduciría su activación?
Veamos las posibles ventajas y desventajas del uso del cinturón:
VENTAJAS
– Los cinturones de levantamiento comprimen la espina dorsal al aumentar la presión abdominal y «envolver» así el torso. Es decir, proporcionan un soporte lumbar.
– Los cinturones pueden reducir el riesgo de lesión en la espalda baja.
– Los cinturones pueden potenciar la propiocepción al incrementar la percepción de estabilidad en un levantamiento determinado. Por lo tanto podemos decir que proporciona una ayuda psicológica, un efecto placebo al que se le suma el aumento de la información propioceptiva que nos hace tomar conciencia de la posición de nuestra columna, curvatura lumbar y tono abdominal.
¿Ves el cinturón en las siguientes imagenes?
DESVENTAJAS
– Corremos el riego de anular el trabajo del cinturón lumbar natural
– Su abuso nos lleva a atrofia de la musculatura de la columna y debilidad de la zona media. (diría del “core” pero me gusta defender el idioma Español)
– Si lo mencionado anteriormente ocurre imaginad sus consecuencias en el caso de practicar otros deportes
– En cuanto al riesgo de lesiones:
Un deportista que utiliza un cinturón de levantamiento estando lesionado se arriesga a sufrir una lesión más grave.
El creer que se pueden levantar más kilos por su uso nos puede llevar a lesiones graves
– Pueden aumentar la presión arterial. El aumento de la presión intraabdominal y torácica durante la maniobra valsalva produce arritmias por descenso del flujo cardíaco y comprometen el retorno venoso.
– Los cinturones pueden modificar el estilo de levantamiento
Ahora bien. Si estás pensando si es conveniente usar el cinturón, pregúntate primero esto:
¿Vas a utilizar grades pesos? Si es no, no tienes porqué usarlo. Si la respuesta es sí tal vez debas usarlo.
¿Tus ejercicios comprometen la zona lumbar? Si no la comprometen entonces no lo uses, si se compromete la zona es probable que debas usarlo.
¿Eres capaz de generar fuerza con tu zona lumbar y en los músculos que de la faja abdominal? Si es sí, tal vez no tienes porqué usar el cinturón.
Si vas a usar grandes cargas y tus ejercicios comprometen la zona lumbar piensa en lo siguiente:
¿Has entrenado durante el suficiente tiempo tu faja abdominal, tu musculatura paravertebral y lumbar?
¿Tienes alguna lesión?
¿Has trabajado de manera correcta la progresión adecuada hasta llegar a trabajar con esos pesos?
¿Has trabajado correctamente la técnica del ejercicio que vas a realizar con cinturón?
Si alguna de estas respuestas es NO o dudas deberías plantearte darle un repaso a tu entrenamiento y es muy probable que busques otras opciones de trabajo antes de arriesgarte con ese ejercicio que te pedía el uso del cinturón.
Busca el cinturón en la siguiente imagen:
«El cinturón de entrenamiento es una ayuda, es un elemento de asistencia que te puede motivar, ayudar en el ejercicio y sobre todo prevenir de lesiones siempre que se utilice de la manera adecuada y en su debido momento».
¿Todavía no te ha quedado claro? Pues te lo aclararé.
Trabaja correctamente la técnica de los ejercicios que vayan a demandar el uso del cinturón.
Fortalece bien tu zona media, lumbar y musculatura paravertebral. Activa el transverso, músculo olvidado en el entrenamiento.
Lleva correctamente la progresión en cargas de los ejercicios que demanden el uso de cinturón de entrenamiento.
Y aunque al llegar a este punto te creas que lo puedes usar ¡ya! Y creas que puedes usar grandes cargas, todavía te queda el remate. Debes ir introduciendo el cinturón también de forma progresiva. No puedes ponértelo el primer día y ¡venga! ¡A tirar como animales! Acuérdate que puede comprometer el flujo sanguíneo, aumentar presión sanguínea y dificultar la respiración, por lo que su uso también implica la programación de una progresión de su uso para llegar a un entrenamiento óptimo.
Ahora tras todo lo expuesto, creo que tenéis algunos argumentos para decidir si usarlo o no. Para saber en qué situación estáis respecto a utilizarlo y decidir cómo incluir este recurso dentro de vuestro programa de entrenamiento.
Un abrazo a todos y buenos levantamientos.